A la hora de elegir una trayectoria académica, es posible valorar diferentes caminos. Uno que está ganando importancia, por las oportunidades profesionales, es el de decidirse por una escuela de negocios. Se rompe así, en muchos casos, con el tradicional guion de acceder a un master tras finalizar un grado universitario. En esta publicación se entenderán los motivos.

La importancia de las escuelas de negocios

Tras finalizar el grado universitario y haber adquirido conocimientos teóricos y genéricos, es momento de aproximarse a una especialización. Las escuelas de negocios van a permitir hacerlo hacia el entorno empresarial. Pero la clave no es esa, sino que se hará de una manera práctica, afrontando situaciones reales de la vida profesional.

Hablaríamos de programas que están enfocados puramente hacia el día a día profesional y el lugar donde vamos a desarrollar esas capacidades: una empresa.

En definitiva, en las escuelas de negocios te preparan para ser un profesional. Y lo hacen con unas competencias que permitan atajar las oportunidades y los problemas de manera estratégica. También creando unas relaciones que apoyen la introducción de estos nuevos profesionales y su desarrollo en el mundo empresarial.

Competencias

Continuamente se van actualizando las diferentes disciplinas que se demandan y que son necesarias dominar en el mundo empresarial, como:

  • Finanzas
  • Análisis
  • Marketing
  • Operaciones
  • Herramientas
  • Suministro
  • Contabilidad
  • Recursos Humanos y Gestión del talento
  • Tecnología
  • Inteligencia artificial (IA)
  • Innovación

Relación con clientes y compañeros

La escuela de negocios enseña cómo se han de gestionar las tareas con los compañeros. Así como a comunicarse correctamente con ellos. Y, a la vez, a saber escuchar y atender a los clientes, quienes darán numerosas pistas de cómo debe evolucionar el negocio. Todo con el objetivo de adquirir una mentalidad estratégica del mundo empresarial y de los negocios.

Conexión entre la escuela de negocios y las empresas

Existe una relación directa entre los formadores y los negocios. Esto sirve para adaptar los estudios en función a las necesidades empresariales. De esta forma, quienes completan estas formaciones están totalmente preparados para afrontar las demandas y saber gestionar las situaciones del día a día. Además, existen numerosos convenios para realizar prácticas, así como bolsas de empleo.

Networking entre compañeros, profesores, empresas…

La atmósfera que se crea en la escuela de negocios es inmejorable para progresar profesionalmente. Se pueden producir grandes sinergias entre alumnos, profesores y empresas, a todos los niveles, porque se comparten unos intereses y actividades muy similares y específicos. Y enl contacto entre ellos es continuo. Evidentemente, todo esto es un empujón hacia buenas oportunidades, ya sea para encontrar un buen empleo o para lanzar nuevos proyectos.

Ventajas para los negocios digitales

La continua actualización de contenidos y métodos posibilita que la formación siempre incluya las últimas herramientas y tecnologías disponibles. Esto es fundamental dada la transformación digital en la que se encuentran numerosas empresas. Y, en las más grandes e importantes, es difícil encontrar nuevos profesionales sin esas competencias digitales. Y es que, la digitalización de las empresas provoca una alta mejora en el rendimiento y en la productividad. Así como un gran número de oportunidades para crecer.

Así, a través de la escuela de negocios, es posible desarrollarse como analítico de datos, experto en IA, especialista en big data, o uno de los perfiles de Marketing Digital demandados. Profesiones digitales como otras, que tienen como denominador común una altísima empleabilidad.

Diferencia entre la universidad y la escuela de negocios

El objetivo de los diferentes centros y programas va a ser el de preparar a los alumnos para la vida profesional en el mundo empresarial. Sin embargo, lo van a hacer de diferente manera. Por el tipo de trayectoria académica que se pueda realizar, o por otros motivos, es posible decantarse por la opción de la universidad o de la escuela de negocio. Todas son válidas y aportarán valiosos conocimientos a quien curse esos estudios.

Enfoque práctico

Cuando hablamos de universidad, lo hacemos en referencia al nivel máster que allí se estudia, equivalente a los estudios que se cursan en las escuelas de negocio. Podemos afirmar que en estas escuelas es habitual encontrar un planteamiento eminentemente práctico; en los masters, aunque la enseñanza es más práctica y específica que en los grados, hay mayor protagonismo de la teoría.

Profesores en activo en empresas

Las escuelas de negocio otorgan la docencia a profesionales que compatibilizan sus jornadas en la empresa con las aulas. Esto permite que se planteen directamente situaciones reales que el profesor haya vivido, esté viviendo o pudiera vivir en la compañía para la que trabaja. De esta forma, resolver estos problemas servirá para adquirir capacidades resolutivas ante situaciones totalmente posibles.

Actualización de los programas con dinamismo

Como venimos comentando, la relación entre la escuela y las empresas es muy estrecha. Y es posible adaptar los temarios con gran agilidad según las necesidades empresariales. En las universidades, sin embargo, hay que basarse en una regulación y esto hace que la actualización de los contenidos sea un proceso mucho más lento.

¿Y cómo elegir la escuela de negocios?

Quienes definitivamente se decidan por formarse en una escuela de negocios, deberán valorar una serie de características para saber dónde y qué cursar:

Confianza

Existen diferentes pruebas que otorgan seguridad a la hora de escoger una escuela. Pueden estar acreditadas por organismos nacionales o internacionales, como AMBA o EQUIS. A su vez, pueden encontrarse en sus páginas web y en diferentes medios aquellos partners que confían en asociarse con la escuela por su nivel.

Oferta formativa

No hay que olvidar que un aspecto crucial es la materia en la que el futuro alumno se quiere formar. Cada titulación ofrecerá diferentes aprendizajes, más o menos específicos, y que sean diferentemente valorados y demandados por las empresas.

Modalidades de estudio

Según las necesidades del alumno y principalmente, en cuanto a sus posibilidades de movilidad, puede preferir realizar los estudios de diferentes formas. Por ello, hay que valorar si la escuela de negocios ofrece diferentes modalidades de estudio:

  • Presencial: en su totalidad en un centro de estudios.
  • Online: sin necesidad de acudir a un centro de estudios para completar la formación.
  • Semipresencial: se combina una modalidad presencial con la online.

En definitiva, escogiendo unos buenos estudios que realizar, el futuro profesional puede antojarse muy exitoso. Las escuelas de negocio están directamente relacionadas con el día a día empresarial, y eso hace que la formación esté directamente enfocada a los procesos y demandas de las empresas. Unas demandas que van acrecentándose debido a la transformación digital.