La “firma” para documentos es una herramienta imprescindible en numerosas gestiones. Así como la “rúbrica”. Esos dos términos son comúnmente utilizados de manera indiferente para referirnos a la acción de corroborar. Sin embargo, lo cierto es que entre firma y rúbrica existen diferencias. Vamos a ver sus peculiaridades y las posibles alternativas a estos métodos tradicionales.

¿Qué diferencia existe entre firma y rúbrica?

Tanto la firma como la rúbrica se pueden utilizar para mostrar autoría o conformidad y son grafos que se realizan de forma manuscrita. Sin embargo, sus formas son diferentes.

La firma sobre un documento es la escritura del nombre, del nombre y apellidos, o de las iniciales. Y, por su parte, la rúbrica es un conjunto de rasgos, líneas y puntos. Lo que popularmente es conocido como “garabato”. Es decir, la diferencia fundamental es que la firma es un texto y la rúbrica no.

Pese a estas diferencias, comúnmente se entiende como firma a toda acción de dar validez a un documento bajo una identidad. Ya sea de manera manuscrita o digital.

Así, en la mayoría de las ocasiones, la rúbrica es lo que se suele emplear ante la demanda de una firma para aprobar un documento. O una combinación de firma y rúbrica. Y, de esta manera, una posible falsificación resulta de mayor dificultad.

La validez legal de la firma y la rúbrica

No existen unas normas explícitas que dicten cómo deben ser la firma y la rúbrica, pero sí que es recomendable que sean realizadas de una manera única y con unas características difíciles de imitar. Y, por supuesto, debe ser siempre la misma. De lo contrario, pueden existir problemas para demostrar la identidad ante cualquier organismo público o privado.

Para comprobar esa autoría, y su consecuente validez, la justicia puede apoyarse en calígrafos. Y para que comprueben su autenticidad, la diferencia entre la firma y la rúbrica es que en el primer caso se fijarán en detalles como el tamaño, la forma de las letras y los espacios, mientras que en la firma centrarán el foco en las formas, direcciones y trazados de las líneas.

Alternativas a la firma y rúbrica tradicional

De manera no muy lejana ya dejaremos de hablar de la firma y rúbrica y sus diferencias. Se debe a que la firma digital y la firma electrónica se abren paso en las empresas y en los hogares. Y, así, esta digitalización acabará con las dudas respecto a la validez de estas firmas, las cuales están totalmente reguladas por el Reglamento EIDAS de la Unión Europea.

Esta firma digital de documentos, además de ser un método de firma totalmente válido, puede aumentar la productividad de las empresas por la agilidad que proporciona. Y aúna más ventajas relacionadas con los recursos, colaborando en el objetivo de llegar a ser una oficina sin papel.