La transformación digital que están desarrollando las empresas puede llegar a implicar ciertos riesgos si no se asumen algunos cuidados. Entre esos riesgos, podemos encontrar un rastro en internet que puede ser conocido como huella digital en las empresas. Y conviene conocer más sobre ella y sobre cómo poder reducirla.
¿Qué es la huella digital?
La huella digital es la información única y distintiva que una persona o entidad deja en línea como resultado de sus acciones en Internet. Dentro de esta información podemos englobar tanto datos personales, como el rastro de interacciones y registros resultantes del uso de dispositivos y servicios online.
Esa podría ser la definición cuando hablamos en un contexto de ciberseguridad de la información en empresas. No se debe confundir con la huella digital que se puede realizar para acceder a ciertos dispositivos o sistemas.
¿Cómo reducir la huella digital en las empresas?
Es necesario realizar un esfuerzo para reducir la huella digital en las empresas. Y, más allá de actuar siempre bajo las normativas, seguir diferentes consejos como los siguientes.
1. Minimización de datos: puede ser muy grande la cantidad de información personal y corporativa que se recopila, almacena y comporte en línea. Por ello, reducir ese volumen cuando sea posible, siempre minimizará el riesgo.
2. Política de Privacidad y Seguridad de Datos (RGPD): esta es una de esas normativas de obligado cumplimiento, y eso ya implica ciertas limitaciones para la generación de huella digital.
3. Seguridad para datos: existen diferentes herramientas para proteger los datos empresariales y personales, como la encriptación de datos o los firewalls.
4. Eliminación de datos: en la medida de lo posible, conviene suprimir aquellos datos que ya no sean necesarios por tratarse de obsoletos, inservibles y/o ajenos a la compañía.
5. Límite de acceso: hay que proteger las cuentas y los dispositivos, y que así sólo sean usuarios las personas indicadas y conscientes de las buenas prácticas. Sería interesante utiliza roles.
6. Precaución en el uso de redes: es interesante utilizar VPN para encriptar la conexión de la empresa a internet.
7. Evaluación de colaboradores y proveedores: hay que conocer sus prácticas en materia para saber cómo gestionan los datos. Y, en caso de no realizarlo correctamente, corregirles o cerrar vínculos.
8. Educación, formación y comunicación: todos los niveles y departamentos deben ser conscientes de los riesgos de la huella digital en la empresa y saber cómo evitarlos. También son necesarios los informes de los cambios y peligros, y aquí tendría importancia el consentimiento informado.
9. Auditorías: siempre será conveniente realizar evaluaciones periódicas de los riesgos sobre brecha digital en la empresa. Así será posible detectarlos y poder mejorar.
Todos estos cuidados ayudarán a proteger la privacidad de los empleados y, además favorecer la seguridad de los datos de la empresa. Es necesario tomarlos ya que, las empresas que no quieran quedarse obsoletas, no pueden quedarse al margen de la digitalización. Sistemas como los CRM, la firma digital o, en los casos más ideales, el big data, serán indispensables.